The Road

     La carretera (en inglés The Road) es una novela post-apocalíptica de ciencia ficción escrita en 2006 por el escritor estadounidense Cormac McCarthy, creador de otras novelas como: No es país para viejos y la trilogía de la frontera (Todos los hermosos caballos, En la frontera y Ciudades de la llanura). La carretera fue galardonada con el Premio Pulitzer de 2007 en la categoría de ficción, con el James Tait Black Memorial Prize en 2006 y fue finalista para el National Book Critics Circle Award en 2006.

     La novela cuenta una historia post-apocalíptica, sobre un viaje emprendido por un padre y su hijo a través de parajes que fueron destruidos años atrás, durante un cataclismo no especificado que destruyó toda la civilización y la mayor parte de la vida sobre la Tierra

     En 2009 se filmó La carretera, película basada en este libro, que se estrenó en Estados Unidos el 25 de noviembre de 2009 y posteriormente en otros lugares. Su director fue John Hillcoat y sus protagonistas fueron Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee. Entró a concurso en la sección principal del 66º Festival Internacional de Cine de Venecia.

     Refleja más bien la vertiente psicológica de la supervivencia. Los protagonistas no visten ropas técnicas ni asan conejos en alegres fuegos de campamento. Tampoco esperan la ayuda de un equipo de rescate. Aquí los supervivientes tienen que sacar, en todo momento, fuerzas de donde ya no quedan y su mundo, dominado por el hambre, es oscuro, frío, peligroso y carente de toda humanidad. Es más bien un mundo a lo “Mad-Max”, pero en una película sin música, casi sin diálogos.

     La película la primera vez que la vi a los veinte minutos tuve que parar, ha habido momentos en los que sentía un desasosiego y una incomodidad,  difíciles de explicar. 

“Se sentó en la carretera a mediodía con la mejor luz que iban a tener y cortó las suturas con las tijeras y devolvió las tijeras al botiquín y sacó las pinzas. Procedió a arrancar de su piel los pequeños hilos negros, presionando con el pulpejo del dedo gordo. El chico le observaba sentado en la carretera. El hombre sujetó los extremos de los hilos y con las pinzas los fue sacando de uno en uno. Puntitos de sangre. Cuando hubo terminado guardó las pinzas y tapó la herida con gasa y luego se levantó y se subió el pantalón y le pasó el botiquín al chico para que lo guardara.
Te ha dolido ¿verdad?, dijo el chico.
Sí.
¿Eres muy valiente?
Regular.
¿Qué es lo más valiente que has hecho?
Escupió en la carretera una flema sanguinolenta. Levantarme esta mañana, dijo.
¿En serio?
No. No me hagas caso. Vamos, en marcha.”

Es una obra maestra tanto la película como la novela, de verdad.